Lamentablemente y después de doce días de lucha para sobrevivir en un estado de salud crítico luego de haber chocado contra un caballo que se le cruzó en la Ruta 11 a la altura de Mar de las Pampas en la madrugada del 15 de septiembre, falleció el joven de 20 años residente de Mar Azul. La gravedad del impacto en su organismo fue tanta que ninguna de las atenciones que recibió fueron suficientes. Hoy su familia y la sociedad lamentan y sufren la pérdida irreparable de un joven inocente cuya vida quedó trunca por un choque que podría haberse evitado. La justicia, hasta ahora, no realizó ninguna diligencia para dar con el tenedor del equino que estaba suelto en la ruta y que murió en el instante al ocurrir la colisión. Tener un caballo sin marca, ahora chip, no solo está fuera de la ley provincial DUE reglamentada en 2020, sino que un animal sin propietario para el derecho es «cosa de nadie» y el Estado puede apropiarse de él.
La esperanza por la recuperación de Franco Schmidt, el joven vecino de 20 años que falleció tras doce días de luchar por su vida, después del impacto que sufrió la madrugada del pasado 15 de septiembre cuando circulaba por la Ruta 11 a la altura de Mar de las Pampas y se le cruzó un caballo, se terminó hoy cuando su mamá Carolina Taylor comunicó su muerte, que fue causada principalmente por un edema cerebral por el cual fue intervenido pero no pudo avanzar en su curación.
Franco fue atendido primeramente en el hospital municipal de Villa Gesell «Arturo Illia» donde además tres especialistas neurocirujanos le practicaron una cirugía de urgencia para que su cerebro se desinflame y pueda ser trasladado sin peligro a un centro de atención de alta complejidad, el cual resultó ser el Hospital Eva Perón de San Martín.
Su situación de salud siempre fue muy crítica y no puedo avanzar en una mejoría a pesar de las intervenciones hechas y el tratamiento en la zona del cuerpo más dañada, la cabeza, y los politraumatismos varios que también le ocasionó el fuerte impacto con el equino.
El acompañamiento que por parte de la comunidad tuvo la familia de Franco fue masivo, mediante cadenas de oración, tanto vecinos no residentes como no residentes, velaron y rogaron por su recuperación. El chico de una sonrisa gigante trabajó junto a su familia en el comercio de Mar Azul y el último tiempo era empleado en la farmacia del pueblo.
El mismo día del accidente, por la tarde, vecinos y vecinas de las localidades del sur de Villa Gesell realizaron una asamblea vecinal para tomar decisiones para realizar un reclamo que se escuche por parte de todas las autoridades competentes, ya que la problemática de los caballos sueltos en el distrito, pero sobre todo en las localidades del sur, ya habían causado otros accidentes y la gente pedía controles para que no suceda nada grave, como lo que le sucedió a Franco. La comunidad advirtió la necesidad de prevención una infinidad de veces, pero las acciones siempre fueron a posteriori de advertencias y sucesos y de manera espasmódica.

En esa asamblea, se definió cortar de manera intermitente la Ruta 11 en el acceso de Mar Azul, hecho que se llevó a cabo por unas 50 personas el último 18 de septiembre, donde el pedido principal fue «basta de caballos sueltos». Sin embargo, ninguna autoridad se hizo presente en la ruta, aunque el fiscal de Pinamar el Dr. Calderón permitió la medida vecinal, según lo informaron los vecinos.
En el día de ayer, este medio pudo saber algunos detalles de la Investigación Penal Preparatoria a cargo del fiscal Mercuri de la Fiscalía 5 de Pinamar y asombra corroborar que hasta el momento no se efectuaron diligencias o acciones referidas a dar con el tenedor del caballo del choque, en la causa que está caratulada como homicidio culposo.
Tampoco por parte de las autoridades locales se ha visto una decisión firme de avanzar con procedimientos de rastreo, secuestros y apercibimientos de los caballos sueltos, que siguen estando por las calles de la localidad.
Una explicación que dio en un programa radial local el secretario de Seguridad sobre las responsabilidades de los caballos sueltos en la ruta, enojó a muchos vecinos que ven la explicación como un mero «deslinde de responsabilidades», en lugar de trabajar en operativos tendientes a ordenar la situación, como también generar las actualizaciones de las ordenanzas correspondientes que duermen en el Concejo Deliberantes y la única norma vigente sobre la actividad de los palenques es de 1986. «La ruta no es responsabilidad del municipio, hay una concesión de la ruta de una empresa que se llama AUBASA, esa empresa cobra para dar seguridad sobre la misma», detalló el secretario de Seguridad Mauricio Andersen en la entrevista ofrecida al programa Sapos de Otro Pozo.
Sobre la tenencia responsable de equinos, se puede decir que los caballos que hay en el distrito, sobre todo los de las localidades del sur, no se cumple la Ley DUE (documento único equino) que hoy sería de mucha utilidad para identificar al dueño o dueña del caballo que ocasionó el accidente que terminó con la vida del joven.
El derecho, según consultó este medio, denomina res-nullius una cosa que se encuentra abandonada y carece de dueño o, teniéndolo, es imposible su identificación. “Cosa de nadie” sería según el Derecho Civil y en este caso es el Estado Municipal, quien ante esta falta de propiedad, podría apropiarse de los equinos en esa situación y reubicarlos, entre otras finalidades positivas para dichos animales, ya que la sanción no cabe si no se puede detectar a los dueños mediante los procedimientos legales.

Hasta ahora, la desprolijidad y la desidia por parte de tenedores de caballos sumado a la falta de control municipal que tiene la autoridad para el control de palenques y debería trabajar en un proyecto que ordene la problemática, son las principales causas de una pérdida tan triste como evitable y que seguramente, según accione la comunidad, marque un antes y un después en la problemática y se exija la regularidad de la actividad, para prevenir hechos tan dolorosos como el que sucedió con la partida de Franco.
Este medio viene informando sobre estas situaciones irregulares hace varios años y hay decena de notas realizadas sobre el tema, tanto cobertura de accidentes como entrevistas a especialistas y autoridades varias, nada de lo que se ha visualizado y dado a conocer por medio de la información periodística tuvo, lamentablemente, efecto positivo para la concientización de tenedores de caballos y responsables de controles. Lamentamos profundamente el fallecimiento de Franco Schmidt y continuaremos realizando coberturas periodísticas al respecto.