Protestas por la salud en Villa Gesell: la desolación y la impotencia se multiplican

Ayer, una marcha en la puerta del hospital, puso en relieve la tristeza y la preocupación que vecinos y vecinas tienen por los lamentables acontecimientos que siguen sucediendo en la atención hospitalaria. En esta oportunidad, las hermanas y la madre del bombero y chofer de ambulancia del hospital Arturo Illia, fallecido el lunes 4 de septiembre, encabezaron una manifestación en la que explicaron por qué consideran que el caso de Javier Timoteo es una mala praxis. La inquietud social que ya se había agitado con la marcha de la semana pasada convocada por la colectividad boliviana después de la muerte de un nene de 6 años luego de ser atendido en el nosocomio municipal, volvió a expresarse y se agudizó con la llegada de un hombre que no fue socorrido por la ambulancia ante una llamada de su familia, por lo que debió ser trasladado en un auto particular, motivo por el cual ante la angustia por la falta de respuesta, el sobrino del paciente rompió un vidrió de una ventana de la guardia. También, un hombre que sería allegado al sistema de salud geselino, irrumpió con su camioneta en el corte de calle hecho por los manifestantes con una actitud agresiva y terminó yéndose a gran velocidad y en contramano por la Avenida 9. Mientras tanto, el accionar de las autoridades hacia la sociedad, se muestra paralizado.

«Yo como madre no tengo palabras, estamos todos juntos con los vecinos para pedir justicia», expresó a este medio su madre, María Rodríguez, al inicio de la manifestación en la puerta del hospital.

Sobre los acontecimientos, detalló: «Mi hermano entró caminando al hospital por una operación de abdomen. Estuvo dos días acá, al otro día lo trasladaron a una sala común y el 24 a la noche entro en paro y coma farmacológico y lo trasladaron a La Plata», relató una de sus hermanas, Carmen.

La hermana de Timoteo contó: «Yo lo recibí en La Plata en estado crítico, prácticamente muerto. A mi hermano sus riñones no le funcionaban, respiraba en forma mecánica. Entró caminando, y nos lo entregaron en un cajón. Queremos saber lo que pasó».

«En La Plata hicieron lo mejor, intentaron recuperarlo. Encontraron una herida abierta de 7 cm infectada con materia fecal por eso nosotros dudamos de una mala praxis», aseveró la mujer muy angustiada junto a su madre.

«Si a el como trabajador del hospital le hicieron eso, no me quiero imaginar lo que les pasa a los demás», lanzó la hermana del fallecido, rodeada de vecinos y vecinas que se acercaron a pedir Justicia por el servidor público y a reclamar por todas las víctimas de desatención y por negligencia médica en el hospital municipal.

En medio de la manifestación arribó un auto particular para ingresar a la guardia a un vecino en emergencia, porque la ambulancia no acudió a su búsqueda

Como si la tensión no era suficiente ante la impotencia de los manifestantes que reclaman y buscan respuestas sin tener atención de las autoridades máximas del municipio y del área de Salud, un momento de nerviosismo y desesperación se vivió cuando un auto particular arribó con un hombre mayor a la guardia para su atención, que no había tenido respuesta por parte del 107.

Presentes en el lugar lo ayudaron a un familiar a bajarlo del auto e ingresarlo en el hospital, ante la muchedumbre que gritaba por la ayuda médica e insultaba por la desatención, una vez más comprobada.

El sobrino del paciente, enojado por la falta de respuesta del sistema de emergencia del hospital municipal que dejó a su tío a la espera de una ambulancia que nunca se acercó al domicilio, rompió un vidrio de una ventana de la guardia y luego pidió disculpas. «Desde las 5 de la tarde que estoy llamado», se lo escuchó decir mientras una mujer le pedía que ingrese al hospital a hacerse ver la mano lastimada.

El vecino fue aprehendido por la policía por el daño realizado y hoy se define su situación.

Amedrentó, se puso agresivo y se fue en contramano

En el medio del desarrollo de la manifestación, cuando la familia de Timoteo y los vecinos estaban cortando la calle en la entrada del hospital sobre el Paseo 123, apareció una camioneta Ford Ranger gris que paró en la esquina en el medio de la calle y bajó a interpelar a los vecinos por el corte de calle.

El hombre, que sería allegado al sistema de salud, fundamentó su molestia por el corte ante la posible llegada de una ambulancia, los vecinos trataron de que desista de su agresiva forma de dirigirse hacia ellos, a lo que respondió yéndose a gran velocidad y en contramano por la Avenida 9.

Los ausentes más cercanos

Al ser Javier Timoteo de 41 años Bombero Voluntario y chofer de ambulancia del hospital municipal Arturo Illia, se esperaba que compañeros y compañeras den una muestra de acompañamiento a su madre y hermanas que tomaron la decisión, como ellas mismas lo dijeron, de «no callarse». Sin embargo, ni del plantel del hospital ni de Bomberos Voluntarios se hicieron presentes en la convocatoria. Tampoco lo hizo su última pareja, madre de uno de sus hijos, que si bien le explicó a este medio que entendía el reclamo de las hermanas y la madre, no se sumó al pedido ya que «no era lo que Javier hubiese querido».