Benjamín tenía 6 años y de acuerdo a lo expresado por su familia, fue llevado al hospital municipal el día viernes después del mediodía debido a un dolor que padecía en un pie y la fiebre que tenía. El padre relató que durante la atención le hicieron una placa del pie y le recetaron ibuprofeno. Sin embargo, ayer sábado el niño tuvo convulsiones y fue llevado de urgencia al hospital, luego de su revisión la familia recibió la noticia de que había fallecido. «Ahora me tocó a mi», confesó el destrozado papá de Benjamín al hacer declaraciones a un portal de noticias local y varios periodistas. Se esperan los resultados de la autopsia.
La muerte de un nene de 6 años, Benjamín Romero Limachi, integrante de una familia de la colectividad boliviana de Villa Gesell, pone nuevamente en tela de juicio la atención de la guardia del hospital municipal Arturo Illia.
De acuerdo a lo que su propia familia contó a periodistas, el nene fue llevado al hospital municipal el día viernes después del mediodía debido a un dolor que padecía en un pie y la fiebre que tenía. El padre relató que durante la atención le hicieron una placa del pie y le recetaron ibuprofeno.
Sin embargo, ayer sábado el niño tuvo convulsiones y fue llevado de urgencia al hospital, luego de su revisión la familia recibió la noticia de que había fallecido.
Si el nene llegó con o sin signos vitales al hospital hasta ahora no es un dato certero, sin embargo esa información no modifica la atención que tuvo el día viernes y que terminó con el niño yéndose a su casa con la indicación de ser medicado con ibuprofeno, sin otra recomendación, de acuerdo al testimonio que dio el padre. Por estas horas se realiza la autopsia del menor.
En una entrevista realizada por el portal de noticias Minutog, con mucho dolor y angustia, el papá de Benjamín pidió: «Respeten el dolor que tenemos hacia mi hijo. La versión verdadera es esta». El vecino de Villa Gesell expresó estas palabras en medio del llanto porque advirtió que algunos medios difundieron información errónea sobre su hijito, al no mencionar que antes de ser llevado de urgencia al hospital ayer sábado, había sido atendido el día anterior.
«Era un nene alegre, tranquilo y muy inteligente», recordó el hombre acompañado de su esposa quien prácticamente no pudo hablar por el estado emocional que atraviesa ante la muerte de su hijo. Además, el hombre expuso su preocupación por otros casos de similares características al de su hijo, donde luego de atenciones en la guardia, pacientes que son enviados a sus casas, empeoran o mueren. Al respecto dijo: «Ahora me tocó a mi».