La educación en crisis: entre valoraciones, evaluaciones, paros y presiones

Las nuevas pautas de evaluación, aprobación y calificación del nivel secundario informadas por la provincia de Buenos Aires, que rigen para el actual ciclo lectivo; no significan cambios sustanciales en referencia al año pasado, aunque se comunique como novedad. Se pone en práctica un esquema de valoración y evaluación de estudiantes en un un sistema educativo que se aplana y sube al escenario un conflicto docente que crece y trata de acallarse por parte del gobierno y las corrientes oficialistas del Suteba, como ocurrió en la última medida de fuerza, que tuvo un alto porcentaje de acatamiento.

Por Alejandro Cabrera

El esquema de evaluación de alumnos del nivel secundario fue comunicado en los últimos días a las familias. Se organiza el ciclo en dos cuatrimestres, con dos valoraciones en cada uno. Las categorías valorativas son: Trayectoria Educativa Avanzada(TEA), Trayectoria Educativa en Proceso(TEP) y Trayectoria Educativa Discontinua(TED) y al final del ciclo terminan convertidas en calificaciones numéricas.

En cuanto a las instancias de aprobación de materias son: a fin del curso (diciembre) o febrero/marzo. Con dos materias aprobadas se pasa de curso. Este cambio so pretexto de conocer detalladamente etapas del proceso logros y pendientes; parecería ser una bomba de humo que confunde aún más el panorama educativo de miles de bonaerenses.

Panorama que se manifiesta con claridad en las 48 horas de paro de la semana pasada convocadas por la Corriente Multicolor del SUTEBA, un sector en crecimiento pero aún minoritario, que logró casi el 90% de adhesión a la medida de fuerza en toda la provincia, quedando así expuesta la distancia entre los dirigentes del Frente de Unidad Docente Bonaerense y los maestros, quiénes fueron presionados para abandonar la medida tanto por la parte de la patronal; mediante un comunicado de la Dirección Provincial de Gestión de Recursos Humanos como por el de Corrientes oficialistas del SUTEBA que difundieron, cual voceros, la postura amenazante del gobierno.

La masividad de la protesta, coincide con el descontento social hacia un gobierno que desatiende a la comunidad educativa de modo; inversamente proporcional a lo que publicita que hace. Edificios deficientes, carentes de lo básico como: calefacción y refrigeración. Supeditando el dictado de clases a las variaciones térmicas, sumado a la imposición que rige sobre la Escuela Pública de priorizar la contención social por sobre los aprendizajes.

El interrogante, en un año de elecciones sobre todo, plantea algo que sucede cada vez más a la vista de todos y es que pareciera que la escuela tuviera que curar y contener lo que la política y la economía, la disfuncionalidad familiar y la apatía social descartan.