El llamativo hecho ocurrió esta mañana temprano en Buenos Aires y playa en el que un vecino de 27 años al ser identificado en la vía pública y luego de ser detectado por la central de monitoreo en una situación extraña, optó por ingresar al mar haciendo caso omiso de los llamados de atención de la guardia urbana. Luego de ser socorrido por personal de seguridad ante su resistencia, fue demorado y posteriormente llevado al hospital donde fue atendido y se detectó un episodio del orden del brote psicótico. El suceso trajo a la actualidad la desaparición de Marcelo Medina, el joven geselino que preso de un padecimiento similar huyó y nunca más fue encontrado, aunque si bien la justicia lo dio por fallecido, el silencio de la fiscalía y las irregularidades en la investigación que denunció su familia dejó un manto de sospecha sobre cómo perdió la vida.
La escena del hombre de 27 años residente de Villa Gesell escapándose a las 6 de la mañana de la guardia urbana que fue hasta Buenos Aires y playa a identificarlo luego de que desde la central de monitoreo se lo detectó con una conducta particular y comprobó que caminaba descalzo en dirección al mar, sembró preocupación que pudo disiparse gracias a la intervención de la guardia urbana y la policía, que lograron sacar del agua y derivarse a la atención de salud correspondiente.
Fuentes consultadas en materia de salud expresaron que se trataría de una persona con un brote psicótico que sufrió delirios persecutorios y finalmente fue a su encuentro la familia.
La situación de esta manera pudo contenerse y tanto el padecimiento como su huida enlaza una comparación inevitable con lo sucedido el año pasado con el joven geselino Marcelo Medina, que luego de sufrir un brote psicótico en la madrugada del 8 de mayo y sin haber recibido asistencia, desapareció durante 3 meses hasta que la justicia, luego de hallazgos de huesos hallados en la playa del Partido de la Costa y análisis de ADN mediante, confirmó su fallecimiento.
La desaparición y todo lo sucedido posteriormente en la búsqueda fallida, el reclamo de su familia por como se desarrolló la investigación y un silencio posterior por parte de la fiscalía que ha dejado en pausa la resolución de la causa, sembraron en Villa Gesell muchos interrogantes y una gran preocupación ante los procedimientos médicos en este tipo de padecimientos mentales, como lo relacionado al accionar judicial.