Una bombera fue embestida por caballos en Mar Azul

El acontecimiento sucedió anoche cuando la mujer caminaba por calle 36 e/ San clemente y Monte Hermoso al salir de la guardia. Fue embestida por caballos que eran arriados desde la zona de palenques hacia la zona más cercana a la ruta donde llevan a los equinos después de las jornadas de trabajo diarias de las cabalgatas. Según información recabada se trata de un palenque que este verano se montó en la esquina de Mar Azul y 37. La víctima permanece en el hospital en observación ya que sufrió algunos golpes que no revestirían gravedad, pero la falta de control y orden en la oferta de cabalgatas es una problemática no resuelta hace muchos años por la municipalidad, que hoy queda expuesta ante este accidente.

Fue embestida por caballos que eran arriados desde la zona de palenques hacia la zona más cercana a la ruta donde llevan a los equinos después de las jornadas de trabajo diarias de las cabalgatas. Según información recabada se trata de un palenque que este verano se montó en la esquina de Mar Azul y 37. La víctima permanece en el hospital en observación ya que sufrió algunos golpes que no revestirían gravedad.

«Los caballos no la habían visto por eso no la esquivaron», fue lo que se le ocurrió decir a dueño de los caballos sobre el accidente.

La acción de traslado de los caballos se realiza todas las noches desde la zona de playa hasta Monte Hermoso y 36, donde los animales son dejados durante la noche para descansar de largas jornadas de trabajo.

La denuncia fue realizada en la Comisaría Tercera de Mar de las Pampas y se dará intervención a la fiscalía 6 de Villa Gesell.

La problemática de los palenques de Mar Azul fue puesta en evidencia muchas veces por este medio, debido a las diferentes situaciones en la que realizan la labor muchos de ellos, donde además de irregularidades en materia de habilitación y falta de control municipal, también son un riesgo potencial para la seguridad de las personas y los propios equinos.

Si bien la oferta de cabalgatas es una tradición en las localidades del sur, durante tantos años no se ha logrado ordenar y organizar dicha existencia para que la actividad sea segura y controlada, y evitar así este tipo de accidentes que podría haber sido mucho más grave de lo que fue.