Abusó de su hija durante muchos años y fue condenado a 10 años de prisión

Un residente geselino que abusó sexualmente de su hija entre los 4 y los 15 años, fue condenado por haber abusado reiteradamente de su hija tanto en Villa Gesell como en Córdoba. «Me mandé una cagada, me mandé una cagada…», había dicho cuando fue aprehendido. La denuncia la efectuó la madre de la menor en la Comisaría de la Mujer y la Familia y al abusador le dictaron 10 años de prisión efectiva.

El Tribunal en lo Criminal 2 de Dolores, con la decisión del Dr. Antonio Severino como Juez unipersonal condenó a un individuo juzgado por haber abusado reiteradamente de su hija, hechos perpetrados en distintos lugares del país.

El fallo consigna que el acuerdo de juicio abreviado fue alcanzado por el Fiscal Dr. Juan Manuel Dávila y la Defensora Oficial Dra. Verónica Olindi Huespi con consentimiento expreso del imputado.

Respecto de los hechos el Juez consignó haber acreditado:

Hecho I: que desde principios de 2009 y hasta el 2011 en la localidad de Mar Azul, el progenitor de una menor -de entre 4 y 6 años al momento de los hechos-, valiéndose de su preeminencia abusó sexualmente de ella en momentos en que su madre no estaba, manoseando su cuerpo y besándola. El sujeto se valió para cometer esos abusos sexuales, que la menor víctima no podía consentir libremente sus actos dada su escasa edad.

Hecho II: en Villa General Belgrano primero y luego en Calamuchita (provincia de Córdoba), entre Los años 2011 y 2014, el mismo sujeto aprovechándose de convivir con la menor entre sus 6 y 9 años, valiéndose de su preeminencia como progenitor abusó sexualmente de ella en forma similar al anterior caso. Que el sujeto se había valido para perpetrar estos hechos de la escasa edad de la menor y de su inmadurez sexual

Hecho III: entre los años 2014 y enero de 2020, en Villa Gesell, el mismo individuo y cuando la menor tenía entre 9 y 15 años de edad, aprovechando su preeminencia como padre abusó sexualmente de ella ultrajándola gravemente en su integridad sexual por las circunstancias de realización y la duración. Y que esos hechos los perpetraba exigiéndole silencio, diciéndole que él iría preso y que su madre terminaría en el Hospital.

La denuncia la efectuó la madre de la menor en la Comisaría de la Mujer y la Familia, luego de haber tomado contacto con el padrino de la niña y de que ésta reconociera como cierto lo que aquél había contado sobre los abusos, diciendo también, que ello no había ocurrido solo una vez, sino que habían sucedido en muchas oportunidades.

El Fiscal iniciada las actuaciones dispuso la aprehensión del denunciado, y surge del fallo, que en oportunidad de concretarse la misma aquel había manifestado: «me mandé una cagada, me mandé una cagada…»

El Magistrado luego de analizar los distintos testimonios recibidos y los elementos válidamente aportados a la investigación, señaló que tenían la entidad suficiente como para tener por acreditada tanto la materialidad ilícita de los hechos traídos a juicio como la autoría responsable del imputado en calidad de autor.

Por ello el Juez Dr. Antonio Severino resolvió condenar a G.R, como autor responsable de los delitos de «Abuso sexual reiterado gravemente ultrajante agravado por ser cometido en perjuicio de una menor de edad, por ser el autor el ascendiente de la víctima y aprovechando La situación de convivencia preexistente…», imponiéndole como pena «diez años de prisión de cumplimiento efectivo», disponiendo asimismo, que firme y consentida la sentencia se extraiga muestras biológicas (ADN) al condenado para ser agregadas al Registro Nacional de Datos Genéticos y al Banco Provincial de Datos Genéticos de la Suprema Corte de Justicia.