Los concejales de Juntos especificaron que esta tasa existió desde el origen del mismo código tributario, pero los sucesivos incrementos hicieron que se transforme en una forma de eliminar los espectáculos en vivo en bares, cafeterías y otros lugares similares: se trata de la tasa de espectáculos en vivo. Por eso proponen derogar la cuestionada tasa, que dejó sin trabajo a gran cantidad de artistas geselinos.
Desde Juntos iniciaron el expediente B-14841/23 mediante el cual se propone derogar la cuestionada tasa, que dejó sin trabajo a gran cantidad de artistas geselinos.
Entre los fundamentos se citan que “.. la mencionada actividad hunde sus orígenes en el concepto “ Gesell, cuna del Rock Nacional”, ya que artistas que luego han sido de renombre han hecho sus primeros pasos ofreciendo sus shows en distintos reductos de la Ciudad..”, y que ”.. la medida dispuesta por la Administración Barrera de aumentar en un 300 % la tasa adicional a aquellos comercios que ofrecen “..espectaculo publico, artístico o deportivo donde se perciba entrada, tarjeta o importe adicional..” generó un inmediato cese de la actividad, con un importante perjuicio para artistas locales, que en algunos casos se encuentran trabajando en la vecina Pinamar..”.
Por último, desde Juntos señalan que ”.. si bien para la temporada 2023 el daño es irreversible, es necesario actuar con urgencia derogando la citada tasa..”.
La voracidad tributaria que todo lo rompe
El golpe de gracia a la Tasa de Espectáculos se la dió el propio barrerismo, cuando el 23 de diciembre de 2022 y mediante expediente D-14765/22 aprobó imponiendo su mayoría la Ordenanza 3325, que triplicó el valor de los derechos de espectáculos. Con las incertidumbres de la economia del país y en una temporada que “pintaba” tambien incierta, la gran mayoria de los comercios que brindaban espectáculos decidieron restringirlos, luego de una comunicación realizada por ARVIGE a principios de temporada, intimando al pago del derecho.
El malestar de los artistas creció hasta llegar al segundo piso de avenida 3 N 820. La solución propuesta fue bajar por decreto 179/23 la tasa al valor inicial, pero la tardia solucion impuso un problema adicional: la prohibición en el artículo 2 de bailes, algo muy típico en las peñas folcloricas, que pasaron a sumarse a la lista de perjudicados por la sucesion de desatinos de la administración Barrera.