Encontraron la sangre de Fernando Báez Sosa en varias prendas de los acusados

Fue otra jornada donde las pericias dominaron la audiencia. Declararon expertos que trabajaron en la extracción de información de teléfonos y la toma de material genéticoLos análisis de ADN fueron una de las claves en la octava jornada. Varias prendas de los rugbiers tenían marcas genéticas de Fernando Báez Sosa.

La jornada de este jueves en el juicio contra los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa sumó nuevas revelaciones. Este martes, los mensajes de chat enviados después del crimen, con comentarios cínicos de Blas Cinalli, quien se jactaba del ataque a vecinos y amigos, causaron una particular impresión y fueron considerados una prueba altamente incriminatoria por la querella, a cargo de Fernando Burlando. Hoy, el ADN fue la clave, con los testeos a manchas de sangre realizadas en la instrucción del caso a lo largo de 2020 y ratificadas en la octava audiencia.

Tres peritos declararon sobre las manchas encontradas en la ropa de los acusados y de Fernando, así como muestras encontradas en el cuerpo de Báez Sosa mismo.

El forense César Guida afirmó que varias prendas de los rugbiers tenían la sangre de la víctima, entre ellas la zapatilla de Máximo Thomsen. También, confirmó que en el meñique derecho de Báez Sosa había ADN de Cinalli, el mismo que se jactó de su muerte por chat.

En el allanamiento del 18 de enero de 2020, el personal de Policía Científica notó que Thomsen tenía sangre en su mano derecha. Ni siquiera se le había lavado tras el ataque.

El reconocimiento médico notó, de acuerdo al expediente, “pequeñas escoriaciones lineales en región malar izquierda, escoriaciones y equimosis en nudillos de mano derecha” con una “escoriación en tercio medio de brazo derecho”, entre otros golpes que la fiscalía asumió que eran producto del ataque a Fernando.

Su mano derecha fue hisopada. De ese test, “se obtuvieron diferentes perfiles mezcla, de al menos tres individuos, en los cuales se observa coincidencia solamente” con la propia sangre de Thomsen. Es decir, los perfiles estaban incompletos.

Sin embargo, la zapatilla de Thomsen vuelve este análisis redundante: la sangre de Fernando podría no estar en el puño del principal acusado del crimen, pero ciertamente estaba a sus pies.

Fuente: Infobae