Solanas Mar Azul: en una gran clase de ciudadanía, la comunidad fundamentó por qué se opone al proyecto tal cual se quiere hacer

Funcionarios municipales y representantes del grupo empresario que planea construir tres edificios con 116 departamentos en la manzana frente al mar entre 36 y 37 en Mar Azul, en la Audiencia Pública del lunes, no pudieron contestar todas las preguntas ni fundamentar con toda la información correspondiente, los planteos que los vecinos y las vecinas participantes expusieron. Sin embargo, una gran mayoría de los asistentes de la comunidad se mostraron firmes, unidos y con gran conocimiento de leyes ambientales y sobre todo de los derechos ciudadanos que los amparan para reclamar que la edificación no se realice violando normas ambientales, pero también evidenciando la desprolijidad y los intereses con los que se mueven los responsables municipales en detrimento de un desarrollo sustentable y cuidado de la zona.

La Audiencia Pública organizada por el municipio de Villa Gesell para cumplir con un paso formal en el avance para la construcción del megaproyecto inmobiliario impulsado por Solanas, el grupo Portland y la empresa Habitarq S.A. se llevó a cabo en la mañana del lunes 8 de agosto partir de las 9:30 en la Casa de la Cultura de Mar Azul.

Asistieron más de 60 vecinos y vecinas que participaron del encuentro público, entre los que se encontraban miembros de la Asamblea en Defensa del Médano Costero, la Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua, el abogado que los representó en la justicia y que obtuvo como resultado de su presentación hasta el momento una medida cautelar de no innovar vigente Dr. Cristian Young, el ingeniero ambiental José Soto, los referentes vecinales en materia de Ambiente, Rolando Papof y Pablo Domínguez y habitantes en general.

Por el lado del grupo inversor, se presentaron el arquitecto Luciano Rinaldi de Portland, Andrés Rey de Solanas, Beatriz Oroz de Portland, el Ingeniero Oscar Lico responsable del proyecto hidraúlico, la ingeniera Soledad Merlo, Macarena González y Juan Manuel Sucena, los tres elaboradores del Estudio de Impacto Ambiental.

Por el lado del municipio de Villa Gesell, la secretaria de Planeamiento Sabrina Biondani fue la encargada de la coordinación, la subdirectora de Hábitat Malena Parravicini y el letrado Jorge Viola, se mostraron íntimamente en equipo con los desarrolladores y no sólo físicamente, ya que se sentaron en la misma mesa en el medio entre ellos, salvo el abogado que permaneció de pie toda la audiencia para dirigir y guiar sobre todo a Parravicini ante cualquier planteo o pedido que los vecinos le plantearon especialmente a la joven funcionaria.

Incomodidad, falta de conocimiento o exposición de datos imprecisos y en muchas ocasiones dueños de un silencio vergonzoso ante la imposibilidad de responder lo que vecinos y vecinas plantearon, así se los vio en prácticamente toda la audiencia a los funcionarios municipales, fuertemente enfrentados por los presentes por su afán de levantar la bandera del proyecto y los intereses de los grupos económicos constructores, más que preocupados por las exposiciones vecinales. Muy distantes de cumplir sus deberes de funcionarios públicos que tienen la obligación de velar por el ambiente y el cumplimiento de las normas.

Pocas respuestas fehacientes, muchas dudas sin aclarar y la mirada corrida de lo que debería ser el control de un proyecto que no viole la legislación, fueron contrarrestados con claridad, conocimiento y contundencia por los ciudadanos y ciudadanas que llevan adelante la denuncia en la Justicia para que el proyecto no avance como está planteado.

Los vecinos se quejaron de no tener un adecuado acceso visual a la información en la pantalla armada para tal fin y una cantidad de interrogantes que deberán esperar respuestas «que requieran más complejidad y serán contestadas durante el plazo de 30 días por mail», como aclaró el Dr. Viola.

Mucha data que la gente preguntaba no la tenían a mano ni cerca los especialistas, lo que fue remarcado en varias oportunidades por los asistentes que pusieron incómodos a los visitantes.

«Nos quieren pasar como postes, nos están faltando el respeto», advirtió uno de los presentes ante el mal manejo de Biondani y Viola cuando un vecino le hizo la seña de fuck you a los demás asistentes y los filmó en forma amenazante y se negaron a echarlo de sala, cuando minutos antes habían explicado que ante conductas violentas se llamaría a la fuerza pública.

Uno de los representantes de Solanas al ser consultado sobre a cuantas cuadras del mar se había desarrollado el complejo de mar en Uruguay del que estaba resaltando hermosas características, respondió que el predio quedaba a 250 metros del mar, lo que no hizo más que visualizar que en Mar Azul sí querían hacerlo sobre la playa, lo que es justamente lo que la comunidad reclama como violatorio a normativa ambiental vigente.

Uno de los temas conflictivos que surgió fue la cantidad de pozos de agua y el volumen de agua necesaria para abastecer el complejo con la ocupación total.

Algunos con más tranquilidad que otros, pudieron expresarse más desde la reflexión y el sentido común, como quien advirtió que el comportamiento del municipio de no estar a la expectativa de lo que la ciudadanía exponía como reclamo, le permitió transmitir: «Parecen de otro partido».

Es que el vecino se mostró asombrado por la postura de la municipalidad y su defensa del proyecto como propio. Además, puso en duda el beneficio de la fuente de trabajo como uno de los beneficios anunciados no solamente por el propio intendente municipal, sino también en la jornada por los representantes de la empresa.

En qué lugar del predio de Solanas están los pozos para exploraciones que hicieron?, fue una de las consultas con respuestas más poco claras de la mañana. Fue debido a que las coordenadas informadas daban una ubicación en otro punto del distrito, en la calle 157 de Colonia Marina.

Otro momento complicado lo vivió la funcionaria de Ambiente, cuando los vecinos le pidieron que lea las recomendaciones que le hizo al informe de impacto ambiental y consultaron sobre si dichas advertencias fueron subsanadas. A Parravicini algunos de los presentes le pidieron la renuncia ante la evidencia de que la misma funcionaria aceptó no estar preparada profesionalmente para convalidar el informe de impacto ambiental.

«El 2 de marzo de 1016 la ADA había contestado que el proyecto Solanas no era viable por estar incomprendido el artículo 142 de la Ley 12257», expuso Pappof en referencia a los cuestionamientos de la misma subdirectora de Ambiente municipal que la dejó en evidencia y con una dificultad de ser directa con la situación planteada.

«Ya la autoridad del agua se expresó», resaltó el vecino de Mar Azul que informó que además de todo lo que se venía exponiendo, las cocheras subterráneas planificadas incumplen las medidas de protección de la napa.

José Soto, magister en Ingeniería Ambiental se encargó de desmentir algunos conceptos vertidos por un ingeniero ambiental contratado por la empresa. «Si agreden al médano destruyen el sistema costero. No se puede tocar porque va a terminar como Villa Gesell», alertó el vecino. Y catalogó de «sentencia de muerte a la playa», si se construye en el espacio protegido por ley. También se refirió al riesgo de contaminación de la napa que puede generar la densidad poblacional desmedida.

Pablo Domínguez, el vecino guardaparque, aclaró sobre los funcionarios municipales: «Se rompió la relación cuando nos ocultaron la información y nos mintieron». En cuanto a la realidad del frente marítimo en Gesell y el resto de la costa, expresó: «Nosotros ya vemos la degradación del ambiente costero». Citó el caso de urbanización sobre la playa en Mar del Tuyú, Santa Teresita y Las Toninas y confesó: «Lo que nos pasa es que no nos escuchan. La provincia no está haciendo cumplir los retiros».

Para desterrar los fundamentos que quienes aspiran a construir sin la dedicación del cuidado, aseguró: «No somos hippies que no queremos nada, que hagan las cosas bien». Y agregó: «Donde les den los números hagan, pero no nos vengan a violar este lugar. Por que estamos jugados en Villa Gesell y el Partido de la Costa ni les cuento».

Molesta por el rol de los funcionarios municipales, una vecina señaló: «No es destruyendo Mar Azul que vamos a conseguir más turismo. Mirándolos saben qué me pasa? parece la foto del directorio de una empresa. Empleados municipales sentados al lado de los empresarios, no está bueno así es descarado lo que están haciendo».

Un vecino que no estaba tan empapado del proyecto edilicio, consideró: «Siento pena porque parece que no somos uno el municipio y nosotros. Por qué el municipio, que tienen que protegernos, esta enfrentado con nosotros». Y detalló: «No entiendo por qué se niega el acceso a la información. Hay muchas dificultades en la zona y muchas violaciones. No tenemos agua corriente, no tenemos cloacas y parece que nadie se ocupa. No me opongo a Solanas pero me gustaría que cumplan la ley y si al proyecto hay que adecuarlo, adecuémoslo. Si 116 viviendas es mucho, hagamos menos. Adecuen el proyecto, cumplan la normativa. Nada más que eso»..

Una vecina que expresó su disconformidad por el megaproyecto, analizó: «Si vamos a hablar nada más que de turismo, que vivimos del turismo, Mar Azul en este momento es uno de los pocos focos turísticos que tiene las características que hay un montón de turismo que no puede ir a buscar a ningún otro lado. Porque esta ese médano, porque está la playa así de grande y el bosque, que ya se está haciendo mierda, por eso estamos acá para que sea preservado».

El pase de factura a la municipalidad acompañó las consultas y las explicaciones más técnicas, por eso una asistente dijo: «Nos han destratado, nos han dejado colgados con reuniones y nos mintieron. Cuesta muchísimo estar acá sin enojarse. Necesitamos sentido común y sensibilidad. Me siento poco representada por mi municipio y siento qué faltó mucha información. Aún hoy siento que les falta preparación».

Una de las intervenciones más crudas fue la de una mujer que micrófono en mano lanzó: «Qué toman ustedes, Coca Cola? no toman agua?, preguntó. Con qué hidratan a sus hijos?», haciendo alusión al cuidado del acuífero. «Municipio de Villa Gesell parecen pendejos. Parece que estuviéramos gobernando por pendejos, adolescentes a quienes les pagamos el sueldo. Quiero que me gobiernen adultos responsable. Municipales, miren donde están sentados, es patético esto», cerró diciendo sobre la división física que se planteó en las ubicaciones dentro de la sala, pero también por la postura de los funcionarios.

Una de las contestaciones más recurrentes fue «está en el drive». De esa manera se referían tanto los funcionarios municipales como los desarrolladores invitados, a la ubicación de los documentos que según Biondani y Viola contiene todas las respuestas a las preguntas vecinales.

El drive fue una gran reclamo de los vecinos y vecinas, ya que en variadas oportunidades los empresarios le decían a los presentes que en ese documento estaban varias de las respuestas pedidas por la gente.

«Básicamente, contestamos las preguntas», cerró diciendo la arquitecta Biondani, ante una audiencia que dijo de todas las formas posibles que no van a aceptar construcciones fuera de la ley. Una audiencia en la que no estuvieron presentes ni trabajadores de la Autoridad del Agua, ni el Fiscal de Estado, ni del Ministerio de Provincia, pero en la que la ciudadanía presente reafirmó sus derechos, su libertad de expresión y pudo mostrarse unida por un objetivo primordial y de interés común, ante las vacilaciones de quienes deciden y gobiernan.