La celebración final de un año difícil no podría haber sido de otra manera en el espacio comunitario referente de la localidad. «Ni el clima, ni la pandemia, ni los miedos, ni tantas cosas que a veces hay en el aire, pudieron con tanto amor que se pudo respirar hoy», escribió Romina Arrieta, referente del comedor, sobre el súper festejo que se hizo en su casa de la calle 37 entre Monte Hermoso y San Clemente. Vecinos, amigos, concejales y el visitante del Polo Norte protagonizaron una más de todas las jornadas solidarias que se llevaron a cabo desde el inicio de la pandemia.
Fue una excelente jornada, planificada y pensada para cumplir una vez más, como tantas, con la entrega de mercadería y obsequios pero sobre todo con la entrega de amor y del interés en el otro, esta vez desde el sentir navideño.

«Compartimos regalos para todos los chicos y las familias. Bolsas con mercaderí, fue el día de las buenas acciones y me encantó. No todo está perdido y hay mucha solidaridad», contó Arrieta en la página de Facebook del Comedor Solidario de Mar Azul.

Hubo más de 250 regalos, bolsas de mercadería con las que colaboró el Consejo de Emergencia Social, productos donados por Cevige, artesanías de los vecinos, empanadas y facturas para la merienda.
«Pudimos hacer el bien como dicen las remeras que el concejal Green compartió, pudimos lograr un día lleno de amor empatía y solidaridad en los que los concejales Ana María Martínez, Hernan Luna, Jesica Cané y también Mora Zabala participaron ayudando con todo», detalló la vecina de Mar Azul.
